Aunque Magritte es más conocido por su asociación con el surrealismo, especialmente por obras como «La traición de las imágenes«, ¨Esto no es una pipa¨ en las que desafía la relación entre imagen y realidad, el autor también exploró otras corrientes artísticas, entre ellas el cubismo. Esta es una selección por su obra cubista mas importante.

Contexto

El cubismo, un movimiento artístico revolucionario que surgió a principios del siglo XX, fue iniciado por Pablo Picasso y Georges Braque en la primera década del siglo.

Caracterizado por la representación fragmentada de la realidad, el cubismo descompone los objetos en formas geométricas y representa múltiples puntos de vista en una sola imagen. Este enfoque radical transformó la forma en que se concebía el arte y sentó las bases para desarrollos posteriores en la abstracción.

La influencia del cubismo en la obra de Magritte

La etapa de la obra cubista de Magritte se sitúa aproximadamente entre 1916 y 1921, durante sus años de formación como artista. Durante este período, Magritte estaba experimentando con diversas técnicas y estilos, y el cubismo ejerció una influencia significativa en su trabajo temprano.

Las pinturas de esta época muestran una tendencia hacia la simplificación de las formas y la representación de los objetos desde múltiples ángulos simultáneamente.

Sin embargo, a diferencia de los cubistas puristas como Picasso y Braque, Magritte no se adhirió estrictamente a los principios del cubismo analítico o sintético, sino que adaptó estas técnicas a su propia visión artística.

Características de las obras cubistas de Magritte

En las obras cubistas de Magritte, se pueden observar estas características:

Descomposición de formas: Magritte descompone los objetos en formas geométricas simples, como cubos, cilindros y conos. Estas formas se recombinan en composiciones abstractas que desafían la percepción tradicional.

Perspectiva múltiple: emplea la técnica cubista de representar objetos desde múltiples puntos de vista en una sola imagen. Esto crea una sensación de fragmentación y distorsión espacial que invita al espectador a cuestionar la naturaleza de la realidad representada.

Uso del color: aunque el cubismo se asociaba con una paleta limitada y tonos terrosos, Magritte experimentaba con una gama más amplia de colores en sus obras cubistas. Esto le permitía crear contrastes y enfatizar ciertos elementos dentro de la composición.

Temas: si bien Magritte estaba explorando las técnicas cubistas, sus temas recurrentes, como la naturaleza, los objetos cotidianos y los juegos visuales, ya estaban presentes en su obra. Estos temas proporcionaban continuidad con su trabajo posterior y establecían los cimientos para su estilo distintivo